Las inversiones en start-ups han adquirido un impulso considerable a lo largo de los últimos años. Gracias a los grandes éxitos de empresas incipientes como Uber, Airbnb, o WhatsApp, el temible 'virus del unicornio' se ha propagado entre los inversionistas, llevándolos a participar activamente en la financiación de estas compañías en sus primeros pasos, pero generando también interrogantes respecto a cómo manejar y diversificar este tipo de inversiones.
Diversificar no es más que un viejo proverbio del mundo financiero que aconseja no poner todos los huevos en una sola canasta. En términos sencillos, la diversificación es el proceso de asignar inversiones en diferentes tipos de activos para minimizar el riesgo asociado con la volatilidad del mercado. En caso de start-ups, la diversificación no se aleja de este principio, pues busca asegurar que, si una start-up fracasa, las pérdidas sean cubiertas por las ganancias de las demás inversiones realizadas.
El mundo de las start-ups es sinónimo de riesgo, ese es un hecho de conocimiento común. No obstante, la razón por la que tantos inversionistas no pueden resistirse a participar en ellas, radica en el enigma de la tocante ley del riesgo y la recompensa: a mayor riesgo, mayor beneficio potencial. Invertir en estas nuevas empresas se puede comparar a comprar billetes de lotería, aunque la realidad es que hay mucho más en juego. En el marco del riesgo que conlleva, entra en juego un atributo que a menudo es olvidado: la diversificación.
La diversificación actúa como una especie deseguro contra la catástrofe. Supongamos que has invertidoen diez start-ups diferentes. Incluso si ocho o nueve de esas empresas fracasan, la décima podría tener éxito y cubrir todas las pérdidas anteriores e, incluso, generar una ganancia sustancial. Este es un principio fundamental de la inversión en start-ups: el potencial deretorno asimétrico. A diferencia de las inversiones más tradicionales, donde se busca principalmente la estabilidad, en el mundo de las start-ups se juega una apuesta de alto riesgo en busca de grandes recompensas.
En suma, invertir en start-ups puede ser una excelente forma de darle un impulso a una cartera de investiciones que se encuentre estancada. Sin embargo, no se debe olvidar que es un sector altamente volátil y de alto riesgo. La diversificación es uno de los mejores métodos de defensa contra el desafío que representa esta volatilidad y el riesgo inherente. Al diversificar tu cartera de inversiones en start-ups, estás extendiendo tu red para capturar las pocas, pero potencialmente rentables start-ups exitosas que pueden generar extraordinarios rendimientos a largo plazo.