Consideraciones Éticas al Invertir en Start-ups: Un Decálogo de Conciencia Financiera

En un mundo globalizado en el que el fulgurante avance tecnológico suele estar por delante de la discusión ética y moral, surge con incipiente relevancia la necesidad de abordar las implicaciones éticas a las que nos enfrentamos como inversores. Y en particular, de ahondar en la ética de invertir en start-ups, un terreno propenso a cuestiones espinosas en clave moral.

El Paisaje Ético de la Inversión en Start-ups

Para comprender la vastedad temática, conviene familiarizarnos, al menos someramente, con ciertas terminologías diversas, cuyo desconocimiento podría poner en marcha una especie de petardillo de ignorancia, como diría Michel de Montaigne. Uno no puede juzgar lo que no entiende. No se hable, por tanto, de‘start-ups’, ‘crowdfunding’, o ‘syndication’sin antes conocer su significado y lugar dentro del delicado ecosistema financiero.

¿Por qué surgen dilemas éticos al invertir en start-ups?

Primero que nada, las start-ups suelen ser empresas emergentes con un potencial de crecimiento exponencial, pero también un nivel de riesgo elevado. Suelen operar en sectores innovadores (tecnología, biotecnología, energías renovables, etc.) y, en su deseo de crecer, pueden dar lugar a situaciones moralmente ambiguas o retadoras. No es raro escuchar de empresas que crecen a costa de explotar a sus trabajadores, degradar el medio ambiente o disfrutar de ventajas fiscales por la laxitud regulatoria en ciertos territorios. Todo ello constituye un auténtico enredo de controversias éticas.

Aquí radica la importancia de una inversión ética

Cuando un inversor decide apostar financieramente por una start-up, su dinero no sólo sirve para financiar la viabilidad comercial del proyecto, sino que también es legitimador. Por tanto, desde una perspectiva ética, conviene prestar especial atención a estas cuestiones. ¿Está el inversor (o‘business angel’, por utilizar otra terminología idiosincrásica del sector) dispuesto a renunciar a una parte de su potencial beneficio financiero para no cooperar, por acción o por omisión, en prácticas comerciales que estima inmorales o injustas? Esta es una de las cuestiones claves de la inversión ética en start-ups y a ella orientaremos el curso de este artículo.

Un Decálogo Ético para la Inversión en Start-ups

1. Plena consciencia de destino:El inversor tiene la responsabilidad de conocer a cabalidad a qué se destinarán sus inversiones.2. Transparencia:Las start-ups deben mostrarse abiertas y transparentes en cuanto a su funcionamiento y servicios.3. Justicia social:La start-up debe tratar a sus empleados de manera justa, pagando un salario adecuado y proporcionando condiciones de trabajo adecuadas.4. Respeto al medio ambiente:La start-up debe tener en cuenta su impacto ambiental y trabajar para minimizarlo.5. Trato justo a los stakeholders:Las start-ups deben tratar de manera justa a todas las partes interesadas, incluidos sus trabajadores, clientes, inversores y la comunidad en la que operan.6. Respeto a los derechos humanos:Las start-ups deben respetar y promover los derechos humanos en todas sus operaciones.7. Compromiso con la excelencia:Las start-ups deben esforzarse por mejorar y excelar en todos los aspectos de su negocio.8. Evitar el ‘greenwashing’ y otros engaños:Las start-ups deben evitar tergiversar su compromiso con la sostenibilidad y otros valores éticos.9. Preocupación por la comunidad:Las start-ups deben ser conscientes de su impacto en la comunidad y esforzarse por aportar valor a la misma.10. Responsabilidad económica:Las start-ups deben ser económicamente responsables, equilibrando el crecimiento con la estabilidad y la sostenibilidad.

En última instancia, la ética de invertir en start-ups trasciende las cuestiones habituales de rentabilidad, expansión y retorno. Conlleva enfrentar los dilemas éticos inherentes a un sector con una enorme capacidad para modelar nuestra sociedad, de un modo más acorde con una concepción de finanzas embocadas al progreso colectivo.