Si piensas en invertir en una Start-up, debes tener en cuenta los beneficios fiscales y subsidios disponibles para esta inversión.
La Ley 27/2014, de 27 de noviembre, del Impuesto sobre Sociedades establece incentivos fiscales para la inversión en Start-ups. Uno de los principales beneficios fiscales consiste en una deducción del 30% de la inversión realizada en una Start-up. Además, esta deducción se puede aplicar tanto en el Impuesto de Sociedades como en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
Además de esta deducción, existen otras ayudas fiscales para la inversión en Start-ups, como la exención del IVA en la compra de acciones o participaciones de estas empresas.
Además de los beneficios fiscales, existen varios subsidios gubernamentales para la inversión en Start-ups. Uno de los más destacados es el Fondo Europeo de Inversión (FEI). Este fondo, creado por la Comisión Europea, tiene como objetivo proporcionar financiación a Start-ups y pequeñas y medianas empresas innovadoras.
Además del FEI, también existen otros programas de financiación de Start-ups, como los préstamos participativos, que ofrecen una financiación a largo plazo y condiciones favorables para las Start-ups.
Si piensas en invertir en una Start-up, es importante tener en cuenta los beneficios fiscales y subsidios disponibles para esta inversión. Aprovechar estas ayudas puede reducir significativamente el riesgo y aumentar el retorno de la inversión en una Start-up..